sábado, 7 de mayo de 2011

Morrison y The Doors... sinónimos??

A nadie sorprende las características que se le asocian a The Doors: que son una banda de drogadictos, psicodélicos, rebeldes, irreverentes, en fin… un largo etc. de conductas inapropiadas. Pero detengámonos a pensar un poco… ¿no son acaso estas mismas características las que se le atribuyen a Morrison?

The Doors y Jim Morrison son sinónimos, cada uno vive dentro del otro. En cada aspecto de la banda, es posible identificar a Jim, en sus canciones, en sus presentaciones, cada paso que daba Jim lo daba también The Doors, y los demás miembros no se interponían en esta relación, puesto que aceptaban el liderazgo que ejercía el Rey Lagarto.

Detrás de este apodo se deja ver el primer indicio que demuestra que Morrison hacía de The Doors lo que él es.
“I’m the Lizard King, I can do anything” –dice Morrison- (Soy el Rey Lagarto, puedo hacer cualquier cosa) […] No debemos olvidar que el lagarto y la serpiente se identifican con lo inconsciente y las fuerzas del mal. Hay algo profundo en la memoria humana que reacciona violentamente ante una serpiente. Incluso aunque no hayas visto ninguna. Creo que la serpiente representa todos nuestros temores […] (vega, p. 63) 

En esta cita, sacada del libro Jim Morrison y The Doors de Inés Vega (1991), Jim Morrison deja en claro como se ve así mismo: un personaje que asusta con su actuar… al igual que The Doors. Basta con recordar el episodio en el que Jim se presenta en un bar y canta la canción “The End”. En cuanto comienza a sonar la hipnótica melodía, las miradas se centran en la figura del incomprendido poeta. En la segunda estrofa de la cacnion recita una versión modificada (a su manera) de Edipo (Sófocles) de éste modo:

-Father? (¿Padre?)
-Yes, son? (Sí, hijo.)
-I want to kill you... (Quiero matarte.)
-Mother? (¿Madre?)
-I want to... fuck you!!!. (Quiero... ¡follarte!)

Los espectadores quedaron pasmados luego de la presentación y claro, el propietario del bar despidió al grupo en cuanto terminó su actuación.

(Escena de la película The Doors, donde se representa este acontecimiento)

Si algo estaba ligado a Morrison, eran los excesos. Constantemente consumía drogas psicoactivas, principalmente LSD, también abusaba del alcohol, era muy difícil encontrarlo sobrio.  Además, era increíblemente rebelde, transgredía todas las reglas. Por lo mismo, The Doors es considerado un grupo transgresor. Por ejemplo, en su primera aparición en televisión, el director del programa les pide que eliminen la palabra “higher” (ya que hacía alusión a las drogas) de la canción “Light my Fire”, el grupo la elimina de los ensayos,  pero en la actuación en vivo Jim cantó el verso original. Luego de esto, no volvieron a tocar en directo… claro que esto no les importó mucho.  

 (Video original del acontecimiento)

Pero examinando más allá, nos toparemos con otros indicios clave. Uno de ellos es su música.
La música de The Doors se caracteriza por tener ritmos altos y bajos, algunos agudísimos y otros no tanto… igual que el ritmo de vida que llevaba Jim Morrison. Por otro lado, estaba su relación con Pamela Courson (su “pareja cósmica” como él mismo la llamaba); si bien se enamoraron de inmediato, discutían constantemente. Si las cosas con Pamela iban mal, todo iba mal con el grupo y los negocios.

¿Pero que pasa con los demás? Si bien The Doors es conocido como un grupo revolucionario y ligado a los excesos, Ray Manzarek, Jhon Densmore y Robby Krieger eran personas que se caracterizaban por ser bastante metódicos, responsables y serios con su trabajo. Todo lo contrario a Jim que se caracterizaba por su indisciplina, irresponsabilidad e impulsividad. Si bien todos los integrantes estaban ligados a ese mundo de las drogas típico de los años 60’, Jim era el más excesivo.

Ray dijo una vez:
Siempre fue difícil trabajar con Jim. Era un genio y a un genio se le permite un comportamiento esquizofrénico. A veces se comportaba como un ángel, otras veces como un demonio… pero era así y eso era lo que le hacía ser un tipo brillante. Nunca se sabía, de un día para otro, lo que se le ocurría hacer; pero fuera lo que fuera, sus palabras eran brillantes. Era difícil trabajar con él, pero por otra parte fue un gran placer trabajar con un tío que era un genio (Vega, p. 42).

Pero a The Doors no se le atribuye ninguna característica responsable o seria del grupo, sino todo lo contrario, The Doors se asemeja a la personalidad de Jim Morrison: alocado, excesivo, rebelde, etc.

El 3 de Julio de 1971, Jim Morrison fallece en extrañas circunstancias de un supuesto ataque al corazón, por lo mismo es que comienzan a formarse un montón de mitos en torno a su personaje. El más potente de todos ellos es que Jim Morrison no había muerto, sino que seguía vivo y escondido en algún lugar.

Ray dijo un día:
Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte –creando un certificado de muerte ridículo y pagando a un doctor francés- y poniendo un saco de ciento cincuenta libras dentro de un ataúd y desaparecer a alguna parte de este planeta –África, quien sabe- ese tipo es Jim Morrison. Él sí sería capaz de llevar todo esto a buen puerto.

Sin embargo, algo sí era cierto: la muerte de Morrison significó el fin de The Doors. No solo perdieron a un increíble cantante y compañero, sino también el elemento subversivo y central que los hizo tan poderosos. Sin él, perdieron el rumbo. Continuaron algunos otros trabajos pero nada trascendental.

Y es que, sin desmerecer al resto de la banda, The Doors debe todo su éxito a Jim Morrison. The Doors fue y será Jim Morrison, y Jim estará siempre en The Doors. Mientras excista alguien que reproduzca una de sus canciones estará dando vida una vez más a un grande, a una leyenda que marcó a muchos y que, a pesar del tiempo, no pretende detenerse. A un hombre que le ganó a la muerte… para convertirse en el rey que es… en el Rey Lagarto.

1 comentario:

  1. Estoy completamente deacuerdo. No se trata de desmerecer el trabajo del resto de la banda, pero Jim Morrison creó entorno a The Doors una atmósfera que no fue otra cosa que el producto de su propia interioridad.

    Desde mi punto de vista, The Doors fluyó a los fanáticos a través de Morrison, y hoy es Morrison el que fluye a nosotros a través de cada letra y cada nota de una de las bandas más "poéticas" entre las que conosco.-

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