domingo, 8 de mayo de 2011

Jim Morrison, la leyenda

Algo es cierto: Jim Morrison dejó una huella imborrable en el mundo del Rock & Roll. Su particular estilo, cargado de rebeldía y su alma indomable impactó al mundo en plena década de los 60’ en la que gritaba a todo pulmón “¡Queremos el mundo y lo queremos ahora!”.


Jim Morrison fallece la madrugada del 3 de julio de 1971. Fue encontrado muerto en la bañera de su departamento ubicado en París, por Pamela Courson, su novia. Su muerte estuvo rodeada de misterios, por ejemplo, jamás se le realizó una autopsia y el cuerpo solo lo vio Pamela y un doctor. Según su acta de defunción murió por culpa de un paro cardíaco. Fue enterrado en el cementerio Père-Lachaise, el miércoles 7 de junio, en la más estricta intimidad. 

No pasó mucho tiempo para que comenzara el rumor de que en realidad Jim nunca había muerto, que continuaba con vida en algún lugar del mundo. Algunas personas afirmaban incluso, haberlo visto la misma noche de su muerte subiendo a un avión. Lo seguro es que, las únicas personas capaces de esclarecer el misterio eran el medico del que nunca más se volvió a saber, ni del cual tampoco nunca nada se supo; y Pamela Courson, que murió tres años más tarde, manteniendo en completo silencio todo lo que sabía del tema.

Las declaraciones de Pamela siempre fueron difusas y contradictorias: “A menudo el espíritu de Jim abandonaba su cuerpo y regresaba desde ciudades mágicas contando extrañas historias. Y esta vez no ha vuelto… eso es todo” (Vega, Inés. Jim Morrison y The Doors. p. 103)

Lo cierto es que ya no podemos verlo, sin embargo, es imposible no sentirlo. Morrison fue una leyenda antes de morir, de su muerte no se esperaba menos.

(Canción "The End", interpretada por Jim Morrison)

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