domingo, 8 de mayo de 2011

Hijos de la Revolución

La década de los 60’ estuvo plagada de cambios, revoluciones y cargada de una mezcla de paz y sangre. Fue el momento de los jóvenes y de las mujeres, de los derechos civiles y la liberación homosexual.

Parten con la muerte de John Kennedy, asesinado en Dallas  (Tejas) el 22 de noviembre de 1963. Los movimientos pro derechos civiles se intensifican, liderados por Marthin Luther King. La guerra en Vietnam empeora y cada vez se vuelve más sangrienta. Los jóvenes se toman las calles, haciendo de cualquier adulto su enemigo.



Pero a la vez, nacía la contracultura acompañada de los hippies.  Este movimiento juvenil se caracteriza por la anarquía no violenta, el rechazo al materialismo y la preocupación por el medio ambiente. Su estilo psicodélico, lleno de colores estaba inspirado por las drogas alucinógenas que consumían diariamente, como el ácido lisérgico: el LSD.

Es en medio de todo este enredo, lleno de metralletas y flores, nace The Doors… un ambiente perfecto para ellos. Perfecto para abrir todas las puertas de la percepción.

La Maldición de los 27 años



Como bien es sabido, la vida de los rockeros esta rodeada de mitos… pero no solo la vida, sino que también su muerte. La muerte de Jim Morrison no es la excepción, cargada de misterios y secretos, no dejo indiferente a nadie. Sin embargo, existe una maldición muy famosa en el mundo del rock: la famosa Maldición de los 27 años.

La maldición de los 27 años, el club de los 27, habla de un grupo de héroes del Rock & Roll que murieron a los 27 años, en circunstancias similares y rodeados de una atmósfera enigmática. Los más representativos de este singular club fueron:

Jim Morrison: Encontrado muerto en la bañera de su departamento en Paris a causa de un supuesto ataque al corazón. Se dice que en realidad nunca murió, y que fingió su muerte.

Janis Joplin: Símbolo femenino de los años 60’. Su muerte se debe a una sobredosis de heroína. Sin embargo la droga que se encontró era de un 40% de pureza (la normal es de 2%), las jeringas que utilizó desaparecieron al tiempo después, y se dice que alguien más estaba en la habitación.

Jimi Hendrix: Es considerado el mejor guitarrista eléctrico de la historia del Rock. Murió ahogado en su propio vómito, pero hay quienes dicen que en realidad fue asesinado por su  manager para cobrar el seguro de vida.

Brian Jones: Fundador y guitarrista de los Rolling Stone. Falleció a causa de un supuesto ataque de asma miestras nadaba en su piscina, sin embargo, nunca se aclaró del todo.

Kurt Cobain: Líder de la banda Nirvana y padre del Grunge. Fue encontrado muerto en su casa con un disparo de escopeta en la cabeza, pero todos tachan a su esposa como su asesina.

Jim Morrison, la leyenda

Algo es cierto: Jim Morrison dejó una huella imborrable en el mundo del Rock & Roll. Su particular estilo, cargado de rebeldía y su alma indomable impactó al mundo en plena década de los 60’ en la que gritaba a todo pulmón “¡Queremos el mundo y lo queremos ahora!”.


Jim Morrison fallece la madrugada del 3 de julio de 1971. Fue encontrado muerto en la bañera de su departamento ubicado en París, por Pamela Courson, su novia. Su muerte estuvo rodeada de misterios, por ejemplo, jamás se le realizó una autopsia y el cuerpo solo lo vio Pamela y un doctor. Según su acta de defunción murió por culpa de un paro cardíaco. Fue enterrado en el cementerio Père-Lachaise, el miércoles 7 de junio, en la más estricta intimidad. 

No pasó mucho tiempo para que comenzara el rumor de que en realidad Jim nunca había muerto, que continuaba con vida en algún lugar del mundo. Algunas personas afirmaban incluso, haberlo visto la misma noche de su muerte subiendo a un avión. Lo seguro es que, las únicas personas capaces de esclarecer el misterio eran el medico del que nunca más se volvió a saber, ni del cual tampoco nunca nada se supo; y Pamela Courson, que murió tres años más tarde, manteniendo en completo silencio todo lo que sabía del tema.

Las declaraciones de Pamela siempre fueron difusas y contradictorias: “A menudo el espíritu de Jim abandonaba su cuerpo y regresaba desde ciudades mágicas contando extrañas historias. Y esta vez no ha vuelto… eso es todo” (Vega, Inés. Jim Morrison y The Doors. p. 103)

Lo cierto es que ya no podemos verlo, sin embargo, es imposible no sentirlo. Morrison fue una leyenda antes de morir, de su muerte no se esperaba menos.

(Canción "The End", interpretada por Jim Morrison)

sábado, 7 de mayo de 2011

Morrison y The Doors... sinónimos??

A nadie sorprende las características que se le asocian a The Doors: que son una banda de drogadictos, psicodélicos, rebeldes, irreverentes, en fin… un largo etc. de conductas inapropiadas. Pero detengámonos a pensar un poco… ¿no son acaso estas mismas características las que se le atribuyen a Morrison?

The Doors y Jim Morrison son sinónimos, cada uno vive dentro del otro. En cada aspecto de la banda, es posible identificar a Jim, en sus canciones, en sus presentaciones, cada paso que daba Jim lo daba también The Doors, y los demás miembros no se interponían en esta relación, puesto que aceptaban el liderazgo que ejercía el Rey Lagarto.

Detrás de este apodo se deja ver el primer indicio que demuestra que Morrison hacía de The Doors lo que él es.
“I’m the Lizard King, I can do anything” –dice Morrison- (Soy el Rey Lagarto, puedo hacer cualquier cosa) […] No debemos olvidar que el lagarto y la serpiente se identifican con lo inconsciente y las fuerzas del mal. Hay algo profundo en la memoria humana que reacciona violentamente ante una serpiente. Incluso aunque no hayas visto ninguna. Creo que la serpiente representa todos nuestros temores […] (vega, p. 63) 

En esta cita, sacada del libro Jim Morrison y The Doors de Inés Vega (1991), Jim Morrison deja en claro como se ve así mismo: un personaje que asusta con su actuar… al igual que The Doors. Basta con recordar el episodio en el que Jim se presenta en un bar y canta la canción “The End”. En cuanto comienza a sonar la hipnótica melodía, las miradas se centran en la figura del incomprendido poeta. En la segunda estrofa de la cacnion recita una versión modificada (a su manera) de Edipo (Sófocles) de éste modo:

-Father? (¿Padre?)
-Yes, son? (Sí, hijo.)
-I want to kill you... (Quiero matarte.)
-Mother? (¿Madre?)
-I want to... fuck you!!!. (Quiero... ¡follarte!)

Los espectadores quedaron pasmados luego de la presentación y claro, el propietario del bar despidió al grupo en cuanto terminó su actuación.

(Escena de la película The Doors, donde se representa este acontecimiento)

Si algo estaba ligado a Morrison, eran los excesos. Constantemente consumía drogas psicoactivas, principalmente LSD, también abusaba del alcohol, era muy difícil encontrarlo sobrio.  Además, era increíblemente rebelde, transgredía todas las reglas. Por lo mismo, The Doors es considerado un grupo transgresor. Por ejemplo, en su primera aparición en televisión, el director del programa les pide que eliminen la palabra “higher” (ya que hacía alusión a las drogas) de la canción “Light my Fire”, el grupo la elimina de los ensayos,  pero en la actuación en vivo Jim cantó el verso original. Luego de esto, no volvieron a tocar en directo… claro que esto no les importó mucho.  

 (Video original del acontecimiento)

Pero examinando más allá, nos toparemos con otros indicios clave. Uno de ellos es su música.
La música de The Doors se caracteriza por tener ritmos altos y bajos, algunos agudísimos y otros no tanto… igual que el ritmo de vida que llevaba Jim Morrison. Por otro lado, estaba su relación con Pamela Courson (su “pareja cósmica” como él mismo la llamaba); si bien se enamoraron de inmediato, discutían constantemente. Si las cosas con Pamela iban mal, todo iba mal con el grupo y los negocios.

¿Pero que pasa con los demás? Si bien The Doors es conocido como un grupo revolucionario y ligado a los excesos, Ray Manzarek, Jhon Densmore y Robby Krieger eran personas que se caracterizaban por ser bastante metódicos, responsables y serios con su trabajo. Todo lo contrario a Jim que se caracterizaba por su indisciplina, irresponsabilidad e impulsividad. Si bien todos los integrantes estaban ligados a ese mundo de las drogas típico de los años 60’, Jim era el más excesivo.

Ray dijo una vez:
Siempre fue difícil trabajar con Jim. Era un genio y a un genio se le permite un comportamiento esquizofrénico. A veces se comportaba como un ángel, otras veces como un demonio… pero era así y eso era lo que le hacía ser un tipo brillante. Nunca se sabía, de un día para otro, lo que se le ocurría hacer; pero fuera lo que fuera, sus palabras eran brillantes. Era difícil trabajar con él, pero por otra parte fue un gran placer trabajar con un tío que era un genio (Vega, p. 42).

Pero a The Doors no se le atribuye ninguna característica responsable o seria del grupo, sino todo lo contrario, The Doors se asemeja a la personalidad de Jim Morrison: alocado, excesivo, rebelde, etc.

El 3 de Julio de 1971, Jim Morrison fallece en extrañas circunstancias de un supuesto ataque al corazón, por lo mismo es que comienzan a formarse un montón de mitos en torno a su personaje. El más potente de todos ellos es que Jim Morrison no había muerto, sino que seguía vivo y escondido en algún lugar.

Ray dijo un día:
Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte –creando un certificado de muerte ridículo y pagando a un doctor francés- y poniendo un saco de ciento cincuenta libras dentro de un ataúd y desaparecer a alguna parte de este planeta –África, quien sabe- ese tipo es Jim Morrison. Él sí sería capaz de llevar todo esto a buen puerto.

Sin embargo, algo sí era cierto: la muerte de Morrison significó el fin de The Doors. No solo perdieron a un increíble cantante y compañero, sino también el elemento subversivo y central que los hizo tan poderosos. Sin él, perdieron el rumbo. Continuaron algunos otros trabajos pero nada trascendental.

Y es que, sin desmerecer al resto de la banda, The Doors debe todo su éxito a Jim Morrison. The Doors fue y será Jim Morrison, y Jim estará siempre en The Doors. Mientras excista alguien que reproduzca una de sus canciones estará dando vida una vez más a un grande, a una leyenda que marcó a muchos y que, a pesar del tiempo, no pretende detenerse. A un hombre que le ganó a la muerte… para convertirse en el rey que es… en el Rey Lagarto.

Discografía

The Doors  (1967)



Strange Days (1967)












L.A. Woman (1971)













viernes, 6 de mayo de 2011

The Doors, la historia

The Doors es una de las bandas más controversiales de las que se tenga memoria. Sus presentaciones, marcadas por la existencia de drogas, alcohol y sexo, dejaron una huella imborrable en la historia del Rock & Roll. 

Tiene sus inicios en la playa de Venice, cercana a Los Ángeles, en el año 1964. Jim Morrison frecuentaba esta playa, en donde le gustaba beber, consumir LSD y escribir sus versos y poemas. Fue allí donde conoció a Ray Manzarek, un tecladista que tocaba con sus hermanos bajo el nombre de Rick & The Ravens. Ambos eran estudiantes de la University of California. Deciden unirse con una idea: “Ganar un millón de dólares”.

Un tiempo después alguien le habla a Mazarek de un excelente baterista: John Densmore. Cuando Manzarek lo contacta y le habla de The Doors, Densmore contesta con un “Por qué no” y, aunque no le convencen mucho las canciones, acepta “no entendía mucho de aquello, pero pensé: bueno, yo soy el batería, no el compositor”. Es el mismo John Densmore quien contacta a Robbie Krieger, un guitarrista que conocía desde hace un tiempo.

Son estos cuatro hombres los que forman The Doors, nombre que escogió Morrison, aludiendo a un poema de William Blake: “If the doors of perception were cleansed, every thing would appear to man as it is: infinite” (Si las puertas de la percepción se purificaran todo se le aparecería al hombre como es: infinito).

Luego de pasar dos años tocando en los distintos bares de Los Angeles, firman su primer contrato con el sello discográfico Elektra Records, para luego lanzar su primer disco: The Doors. Este álbum es el que contiene sus más grandes éxitos como “Break on Through”, “Alabama Song” y “Light my Fire”, canción que los haría conocidos por todo el mundo luego de su lanzamiento televisivo.

A diferencia de muchas bandas, The Doors no contaba con un bajista. El sonido del bajo lo realizaba Manzarek con un teclado que suena como un bajo para las actuaciones en vivo. Sin embargo, en los estudios de grabación contaron con diferentes bajistas.

La popularidad comenzó. Las giras se volvieron noticia al igual que la imagen psicodélica y poética de Morrison. Sus show cargados de alcohol y drogas, y los escándalos de Jim provocados en los conciertos ayudaron a que el grupo muy rápido se encontrara en la cima: “Light my Fire” había llegado al Top One de Estados Unidos.

Todos esperaban el segundo disco de la banda. Fue así como en 1968 The Doors lanza su segundo disco: “Strange Day”, recibiendo un disco de oro y llegando al puesto #3 del Billboard. Este álbum contiene las primeras canciones compuestas por Jim Morrison, por lo mismo, contiene las canciones más psicodélicas de The Doors, cargadas de un sentimiento extraño y muchas veces incomprendido. Incluye canciones como “People are Strange”, “Love me two Time” y “When The Music’s Over”. También incluye “Moonlight Drive”, la canción que le cantó Jim a Manzarek, para mostrarle su trabajo.

En 1968 se publica su tercer disco, llamado “Waiting for the Sun”, destacando entre sus canciones “Hello I Love You” la que, al igual que “Light my Fire”, alcanzó el número uno en los rankings. Comienzan una gira por Europa, la que es todo un éxito.
Su cuarto álbum, “The Soft Parade”, catalogado como uno de los álbumes más comerciales del grupo, es estrenado en julio de 1969, y en él destacan canciones como “Touch Me”, “Whishful Sinful” y “Shaman’s Blues”.  Sin embargo, las relaciones con Jim se vuelven cada vez más complejas. Su adicción al alcohol lo convierte en una persona increíblemente difícil de tratar. Es en este contexto cuando, en un concierto en Miami, Morrison es detenido para luego ser procesado por “apología de las drogas, actitudes obsenas, blasfemia y desorden público”.

En 1970, canciones  como “Roadhouse Blues”, “Indian Summer”, “Peace Frog”, entre otras, llegan de la mano de su nuevo álbum “Morrison Hotel”, un trabajo que a diferencia de los demás, se muestra cargado de optimismo, pero conservando el sonido típico del rock de los 60’.

El tiempo corre y The Doors se acerca a su fin. En 1971 lanzan sin saberlo, el último disco en el que participaría Jim, llamado “L.A. Woman”. Al mismo tiempo que los fanáticos deliraban con canciones como “Riders on the Storm” y “L.A. Woman”, Pamela Courson, novia de Jim, encontraba a Morrison muerto en la tina de su apartamento en Paris, lugar al que había decidido retirarse un tiempo, para dedicarse a escribir poesía y alejarse un poco del exceso de alcohol y drogas.

Jim Morrison muere el 3 de julio de 1971, supuestamente de un ataque al corazón. Es enterrado en el cementerio de Paris, Père-Lachaise, el día 7 de julio.
Luego de su muerte, el grupo trato de continuar lanzando un par de discos más al mercado, pero no obtuvieron mayores reconocimientos, ni por parte de la crítica ni de la fanaticada.

“Para algunos Jim fue un poeta con su alma atrapada entre el cielo y el infierno. Para otros, fue solo otra fugaz estrella de rock que explotó y se consumió. Pero lo cierto es que es imposible consumirse, si no estas ardiendo”... (Documental When You're Strange).